La suerte no existe; la suerte se crea a base de esfuerzo, de preparación, de planificación de nuestros sueños. La suerte se planta, se riega y se cultiva a través de la acción, del movimiento. Cuando avanzas en una dirección, ocurre el milagro: empiezan a aparecer las oportunidades; esas “casualidades” afortunadas que nos cambian la vida. Así que te pregunto: ¿quién quieres ser? ¿Y qué primer paso debes dar para empezar a convertirte en tu mejor versión?